Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2012

La expulsión de los judíos

Teresa Barro Para el apoderamiento de España que los reyes católicos querían hacer era esencial destruir todo lo que en la península ibérica representase libertad de opinión y de interpretación. Los judíos tenían una larga tradición de debate de textos religiosos y gran erudición espiritual. Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz eran judíos, y gran parte de su ¨misticismo¨ era conocimiento judaico-cristiano, con fondo de otras creencias y religiones, de cómo funciona el espíritu. Aunque perseguidos los dos por la Inquisición, pudieron   transmitir algo de esa sabiduría porque en su época todavía quedaba algo de la España anterior. Más adelante no hubieran podido hacerlo, y por eso dejó de haber místicos españoles. La sabiduría espiritual es universal y no debiera estorbar a ninguna religión. Pero cuando los que manejan las religiones quieren ser ellos los únicos que poseen la verdad, impiden, con esa apropiación indebida, el conocimiento del espíritu y c

Cómo se apagó el espíritu de España

Teresa Barro Todo empezó con los reyes católicos, que, en nombre de la religión, suprimieron toda posibilidad de que el espíritu pudiese sobrevivir. No hubieran podido apagarle el espíritu a España sin contar con una elite eclesiástica que quería poder y riqueza y se prestó a tergiversar el cristianismo para adaptarlo al autoritarismo que se buscaba. Con esa alianza empezó la persecución de todo lo que pudiese representar amenaza a la uniformidad, la obediencia ciega y el mando absoluto de los ¨buenos¨ que se quería imponer. La mezcla de razas, religiones y culturas había hecho de España uno de los lugares más atractivos del mundo por su tolerancia y gusto por las ciencias, las artes y el saber. España era un centro de sabiduría universal. En   muy poco tiempo, aunque con mucho esfuerzo y con ayuda de la Inquisición,   los reyes la convirtieron en un lugar sombrío y temido, enemigo del saber, intolerante y fanático, al que ya nadie quería ir. En nombre d

El autoritarismo suprimió el espíritu de España

Teresa Barro Los que dijeron estar hablando en nombre del espíritu fueron los que lo suprimieron. Propagaron la idea de que el espíritu era algo etéreo que no tenía nada que ver con este mundo, y con ello se aseguraron de que quedase fuera de juego y no estorbase el mando y sometimiento que querían. Esto tuvo inmensas consecuencias para España. La convirtió en ¨cuerpo¨ sin mente, en una masa corporal fácil de manejar y de esclavizar, o por las malas, con maltrato, miseria, injusticia, torturas, matanzas y guerras, o por las buenas, drogándola y haciéndola adicta a lo que quieran los que la manejan. El autoritarismo mata el espíritu y, por tanto, el impulso creador. El ser humano quiere crear, y eso es lo único que puede darle contento. Ser solo ¨cuerpo¨ lo lleva a la depresión y a pasar por la vida sintiéndose inútil. Pero el espíritu necesita cambio, separación, divergencia, heterogeneidad, ir más allá de lo que ya hay, dificultad, oposición y transgresión y

España y la Unión Europea

Teresa Barro España se siente frustrada por ¨los alemanes¨. Creyó que había resuelto sus problemas para siempre con la entrada en la Unión Europea, una especie de nuevo imperio que le permitiría estar a la par de los países más adelantados y le daría una eterna disculpa para no ocuparse de sus propios asuntos y dejar con disimulo que otros decidieran por ella. Ahora se siente defraudada y no entiende que el milagro se haya acabado. Cree que la crisis tiene solución y que esa misma Alemania que la maltrata resolverá el problema y todos volveremos a ser felices. Lo que no ve es que, aunque Alemania quisiera resolver la crisis, no podría, porque lo que parecía una prosperidad sin límites no era más que una apariencia de bienestar que carecía de fundamento político y económico y tenía por fuerza que desmoronarse. Lo que haría un buen gobierno, llegados a este punto, sería precaverse contra el posible final de la Unión Europea y buscar otros caminos. Pensar en lo