El Vaticano y las mujeres
El Vaticano, en su deseo de humillar a las mujeres, ha decretado que es delito el sacerdocio femenino. No son delito, en cambio, el abuso sexual y las violaciones de niños y jóvenes que se han venido practicando en el seno de la iglesia católica romana. El Vaticano ni siquiera ha dado muestras de contricción por esos crímenes contra la humanidad. Lo único que le duele es que se hayan descubierto. Todo se resueve en el Vaticano con autoritarismo patriarcal, con desmanes, ofensas, intemperancias y expulsión de hijos desobedientes. Todo se hace porque sí, porque lo digo yo y porque mando yo. ¿Creerán los del Vaticano que el cristianismo es una religión autoritaria? Si lo creen, tendrían que aprender a leer esa Biblia en la que dicen basarse para imponer misoginia y discriminación contra las mujeres. Ellos más que nadie deberían saber que el Antiguo Testamento no se puede citar al pie de la letra, porque esa “letra” tiene siempre un contexto histórico y lingüístico que no es pos